Se presenta en consulta Cloe, una gatita de 8 años de edad por un posible resfriado, los propietarios le habían visto secreción nasal y legañas desde hacía un par de meses y comentaron que apenas comía y estaba apática, también habían observado que había perdido peso.
A la exploración vimos que Cloe estaba muy delgada, tenía hipertermia, presentaba costras en la nariz y hacía ruidos al respirar, la auscultación torácica era normal. Además se observó que Cloe estaba algo ictérica. La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por un aumento de la bilirrubina en sangre como resultado de ciertos trastornos hepáticos.
Realizamos una analítica dando como resultado elevación de ALP, ALKP y TBIL, además de ligera anemia y disminución de los niveles de potasio. También se le hizo un test de leucemia e inmunodeficiencia que dio negativo. La ALP, ALKP y TBIL son transaminasas, marcadores que se elevan en sangre cuando el animal tiene algún tipo de trastorno, en este caso, es muy provable que hepático.
Se hizo una ecografía y observamos hepatomegalia y un patrón hepático hiperecogénico difuso con heterogeneidad alrededor de la vesícula biliar con ligero edema de la pared.
Con estos resultados se emitió un diagnóstico presuntivo de lipidosis hepática secundaria a la anorexia producia por un síndrome respiratorio de vías altas.
La lipidosis hepática es una enfermedad que afecta a animales que como consecuencia de un periodo de ayuno prolongado alteran el metabolismo de las grasas, lo que conlleva un acúmulo de lípidos en el interior de los hepatocitos. Todos los gatos acumulan triglicéridos en los hepatocitos, la acumulación de triglicéridos hepáticos no es un problmea hasta que el grado de vacuolización es morfológicamente grave. En el higado felino normal el contenido de grasa es menor al 5% del peso del órgano. Un higado con lipidosis hepática puede duplicar o triplicar su peso debido a la grasa acumulada. La sobrenutrición (especialmente de carbohidratos) aumenta la acumulación de grasa en el higado. Si el gato obeso se somete a inanición auto impuesta (anorexia) surge, como consecuencia, un aumento del riesgo de movilización de la grasa periférica y de la captación hepatocelular. El equilibrio entre la lipóilisis de los triglicéridos y su acumulación está regulado por la concentración de glucosa en sangre y mecanismos hormonales, nerviosos y farmacológicos.
El tratamiento se basa en administrar una dieta energética durante semanas o meses a través de alimentación asistida y tratar las enfermedades coexistentes, además de dar tratamiento de soporte hepático, controlar el dolor y las náuseas.
Se decidio colocar una sonda de esofagostomía a Cloe para alimentarla de forma forzada y se hospitalizó con antibioterapia, un protector de estómago, antiemético y antiinflamatorio. Cloe evolucionó favorablemente y le dimos el alta, así que se fue a casa con la sonda colocada para que los propietarios la alimentaran según sus necesidades.
En las revisiones posteriores los valores analíticos habían mejorado y los propietarios alimentaban a Cloe con facilidad y ésta hacía una vida totalmente normal.
Empezamod a administrarle un estimulador del apetito. Al cabo de 20 días de tener la sonda colocada, Cloe empezó a comer por sí sola, ganó peso y se la veía muy animada. Los valores analíticos ya estaban dentro de la normalidad. Al cabo de una semana se le retiró la sonda y Cloe volvió a ser la de siempre.
Neus Mascarilla Madre
L-962